Tristeza posparto

sábado, 17 de abril de 2010
Que levante la mano la que se haya librado de la tristeza posparto. No hablo de la depresión posparto, que ésa no la pilla todo el mundo. Pero triste, ¿quién no ha estado después de parir? No inmediatamente después, en plena explosión hormonal; sino después, cuando te enfrentas ya a la realidad de volver a tu casa ¡con un bebé! Y de repente eres consciente de la responsabilidad que supone... y NO TE SIENTES CAPAZ.

Ahora que ya estoy mejor, entiendo que es algo hormonal e inevitable. Y entiendo, además, que se pasa. Pero en las semanas de oscuridad, yo también:

-Pensé que cualquier mujer era capaz de tirar de eso menos yo.
-Me sentí privada de toda libertad, y me sentí culpable por ello.
-Dudé de si sabía lo que estaba haciendo cuando me quedé embarazada. Y me sentí más culpable por ello.
-Etc.

Y luego miraba a Lucía y ella parecía no tener la culpa de nada. Y me sentía la peor madre del mundo.

Se pasa, menos mal. No tenemos la culpa de sentirnos así, y a TODAS nos pasa. Lo sé ahora, después de haber intercambiado impresiones con otras muchas madres que también, un día, se sintieron incapaces. Sólo se trata, como ya me dijo el pediatra (aunque no lo dijo a cuento de esto) de que el bebé se vaya adaptando a la mamá y la mamá se vaya adaptando al bebé. Y llega pronto. Menos mal.

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