Vacunas

jueves, 22 de abril de 2010
Lucía cumplió ayer dos meses, y hoy la he tenido que llevar a la Consulta del Niño Sano, donde le han puesto 3 vacunas que me han dolido infinitamente más que a ella. Pobre Lucía, cómo ha sufrido, y qué habrá debido de pensar cuando tras un pinchazo venía otro, y no se había recuperado cuando venía otro. Quizá mi pobre niña no sabía si acabaría esa tortura, y quizá no entendería qué coño hacía yo allí si no era capaz de impedir que esa mujer de bata blanca le hiciera aquello. Mi pobre niña, la más guapa de toda la sala de espera, todo el día sonriendo, portándose super bien... para que llegue yo y la meta en esa consulta, y le hagan esa perrería. Yo he llorado con ella, y ahora sólo puedo pensar en qué podría hacer para compensarla. Hoy no la dejaré llorar ni un segundo más, pida lo que pida.

Tristeza posparto

sábado, 17 de abril de 2010
Que levante la mano la que se haya librado de la tristeza posparto. No hablo de la depresión posparto, que ésa no la pilla todo el mundo. Pero triste, ¿quién no ha estado después de parir? No inmediatamente después, en plena explosión hormonal; sino después, cuando te enfrentas ya a la realidad de volver a tu casa ¡con un bebé! Y de repente eres consciente de la responsabilidad que supone... y NO TE SIENTES CAPAZ.

Ahora que ya estoy mejor, entiendo que es algo hormonal e inevitable. Y entiendo, además, que se pasa. Pero en las semanas de oscuridad, yo también:

-Pensé que cualquier mujer era capaz de tirar de eso menos yo.
-Me sentí privada de toda libertad, y me sentí culpable por ello.
-Dudé de si sabía lo que estaba haciendo cuando me quedé embarazada. Y me sentí más culpable por ello.
-Etc.

Y luego miraba a Lucía y ella parecía no tener la culpa de nada. Y me sentía la peor madre del mundo.

Se pasa, menos mal. No tenemos la culpa de sentirnos así, y a TODAS nos pasa. Lo sé ahora, después de haber intercambiado impresiones con otras muchas madres que también, un día, se sintieron incapaces. Sólo se trata, como ya me dijo el pediatra (aunque no lo dijo a cuento de esto) de que el bebé se vaya adaptando a la mamá y la mamá se vaya adaptando al bebé. Y llega pronto. Menos mal.